afrol News, 7 November - Varios científicos han advertido sobre el cercano agotamiento de todos los recursos pesqueros naturales comerciales, lo que ha provocado las críticas de algunos de sus colegas. Pero incluso los críticos están de acuerdo en que las aguas de África son las que más probabilidades tienen de sufrir el agotamiento de sus recursos a causa de la sobreexplotación, un seguimiento insuficiente y la mala gestión.
Se estima que todas las especies de peces fuera de las piscifactorías se agotarán para el año 2050, según un nuevo estudio de cuatro años realizado por un equipo internacional de ecologistas y economistas publicado en Nature'. En el estudio, se define el agotamiento como una pérdida del 90% de las especies.
El artículo de 'Nature' ya ha sido ampliamente criticado por hacer sólo estimaciones futuras sobre la base de las tendencias actuales, equiparando el mismo número de población de ejemplares para diferentes regiones. Sin embargo, los científicos pueden señalar varías pesquerías que se han agotado completamente debido a la sobreexplotación en las recientes décadas, el ejemplo por excelencia es el bacalao del Atlántico Norte.
Dado que los principales mercados pesqueros han reducido la capacidad de oferta de sus aguas más cercanas, la flota pesquera de la UE y de Japón, en particular, están buscando nuevos recursos en aguas cada vez más lejanas. Hoy, prácticamente todas las naciones costeras africanas han firmado tratados de acceso a sus pesquerías por varios años y para vastas extensiones marítimas con la UE y otros países ricos.
Los ecologistas han advertido desde hace tiempo sobre el peligro de estos tratados bilaterales, alegando que no tienen un enfoque sostenible. Acusan a los europeos de pesca abusiva en aguas africanas, conducentes al mismo agotamiento de las aguas septentrionales. Especialmente a lo largo de las costas de África Occidental, que cuenta con el récord de tratados pesqueros con la UE, los pescadores artesanales ya han advertido sobre el agotamiento de las especies. En muchos países, la flota nacional tiene graves dificultades para sobrevivir y los precios del pescado y los mariscos se están disparando.
Las señales de alarma han llegado por tanto a África mucho antes del presente estudio sobre los recursos pesqueros mundiales. Y mientras un sector importante de la ciencia del mar se muestra escéptico con el estudio, todos están de acuerdo en que la mayoría de las pesquerías sufrirán en algún momento algún tipo de agotamiento si no mejora la gestión.
La preocupación es particularmente intensa en lo que se refiere a las pesquerías africanas. Ray Hilborn, profesor estadounidense de ciencias del mar que se muestra escéptico con el estudio, declaró que la buena gestión es la clave. "Estoy preocupado por algunas áreas del mundo, como África, pero otras áreas del mundo han sabido como gestionar eficazmente sus recursos", comentó acerca del estudio. En África, declaró que la gestión de las pescaderías no era suficientemente eficaz para superar el desafío de la sobreexplotación.
Algunos estudios previos sobre saturación de los recursos mundiales han señalado respecto a África que sus aguas están a punto de agotarse. Un estudio publicado en 'New Scientist' en 2002 advertía especialmente sobre el peligro de las aguas del occidente africano, donde según el investigador estadounidense Daniel Pauly, las reservas pesqueras ya habían "desaparecido en un 80%". Las aguas del occidente africano se encontraban antaño entre las aguas pesqueras más ricas del mundo.
Con el agotamiento de los recursos en las costas occidentales de África, los buques de la UE se han alejado a toda vela hacia el sur e incluso al Océano Índico. En estos momentos, las ricas aguas de Namibia y Angola han empezado ha resentir la reducción de sus reservas pesqueras. Las aguas de Seychelles y Madagascar serán las siguientes.
Mientras que el seguimiento y gestión de las pesquerías ha mejorado durante los últimos años - principalmente debido a la presión que ejercen los grupos contrarios a las iniciativas de la UE para mejorar los términos de los tratados - la mayoría de los países africanos dependen todavía de la buena voluntad de la UE en la adecuada gestión de los recursos que ofrecen a la industria piscícola europea.
Científicos y ecologistas advierten que esto no es suficiente y recuerdan los desastrosos resultados que se han producido en las mismas aguas europeas. Algunos países, sin embargo, en particular en el África meridional y el Magreb, han sido capaces de poner en marcha una legislación y una gestión más efectivas.
El seguimiento está mejorando también, con la nueva generación de acuerdos euroafricanos que incluyen programas de seguimiento por satélite. Esto, según los ecologistas, sigue estando no obstante muy lejos de lo necesario, dado que la mayoría de los estados africanos no tienen medios de controlar efectivamente si los navíos de la UE respetan la legislación, si tiran las capturas inferiores al tamaño mínimo o si simplemente desconectan la vigilancia del satélite.
Lo que es más, el creciente número de la descomunal flota de pesqueros piratas de arrastre subcontratados en Rusia y Europa no se molesta en atender ninguna de estas regulaciones.
Mientras tanto, las naciones africanas han empezando a hacerse cargo de las consecuencias del futuro agotamiento de las pesquerías. En Sudáfrica, las piscifactorías son ya una industria en expansión y varios países africanos se sumarán a esta iniciativa. Parece que la confianza en las pesquerías naturales se ha evaporado.
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